El parqué es una de las opciones más demandadas a la hora de vestir el suelo. Nunca pasa de moda y tiene un aspecto que combina muy bien con la mayoría de estilos decorativos, así que no es de extrañar que sea el que se utiliza a la hora de construir la mayoría de las viviendas.
Si tienes piso de parqué y quieres que se mantenga igual de bien que el primer día, te recomiendo prestar atención a lo que te cuento a continuación, ya que comparto una serie de consejos con los que llevar a cabo un buen mantenimiento para evitar disgustos.
Elimina las manchas cuanto antes
Tarde o temprano, las manchas hacen acto de presencia en cualquier hogar, sobre todo si hay niños que se ponen a jugar con colores y demás. Ya sea comida, bebida o cualquier otro aspirante a llenar de manchas el parqué, lo que hay que hacer es actuar lo más rápido posible para eliminarlas. ¿Cómo? Con un paño de tacto suave que se puede mojar mezclando agua y jabón. Por muy pegadas que estén las manchas, jamás hay que utilizar un estropajo porque se puede rayar.
No utilices ceras ni productos químicos
Como acabo de mencionar, lo ideal es utilizar una mezcla de agua y jabón para quitar cualquier mancha, aunque en ocasiones hay que emplear soluciones más contundentes. La mezcla de agua y vinagre suele funcionar, aunque también puedes utilizar los típicos productos pensados para el cuidado del parqué (siempre en la cantidad recomendada por el fabricante). El barniz puede estropearse por culpa de la cera, mientras que el brillo puede ir desapareciendo si se utilizan productos químicos con un grado de abrasión considerable.
Arañazos
Otra de las principales preocupaciones de quienes tienen suelo de parqué en casa tiene que ver con los arañazos. Tarde o temprano suelen aparecer, aunque no es lo mismo un arañazo profundo que un arañazo de escasos milímetros. Lo más recomendable en estos casos es limpiar la superficie con un paño mojado y lijar la zona afectada con delicadeza, viendo si da resultado. Un rotulador pensado para reparar la madera te puede ser de gran ayuda, así que busca uno que se parezca mucho al parqué que tienes instalado y pruébalo. Si por desgracia el arañazo es más profundo, tendrás que una masilla especial o una barra de cera fabricada de forma específica para este tipo de problemas.
¿Cruje o suena a hueco?
Vas andando tan tranquilamente y de repente notas crujidos o un sonido a hueco que te mosquea. ¿Qué está pasando ahí dentro? Puede deberse a un déficit de capas de absorción sonoras en la parte inferior, sobre todo cuando el suelo de parqué es laminado o multicapa. Sin embargo, la culpa también la puede tener una sujeción incorrecta de las tablillas, en cuyo caso puedes corregir el problema empleando clavos.
Que no baile ni una lama
En el caso de las tablillas, cuando hay una que se mueve hay que cambiarla por otra. Si no están machihembradas no te costará hacerlo, ya que bastará con hacer palanca para retirar la defectuosa antes de colocar la nueva. Eso sí, al anclar la nueva puede pasar que el acabado no sea el mismo. En ese caso es probable que te veas en la obligación de recurrir al barniz para conseguir un resultado uniforme.
El color
Con el paso de los años un suelo de parqué puede perder su color original. La culpa suele ser del sol, que con sus rayos provoca cambios de color y hasta la aparición de óxido. Es por ello que hay que evitar que incidan durante las horas más intensas utilizando las cortinas o bajando las persianas. De todas formas, el problema se podría resolver con un parqué capaz de filtrar los rayos UV.
Limpieza
Creo que no hace falta decir que la limpieza es fundamental para que el suelo de parqué se mantenga como el primer día y estire su vida útil al máximo. Colocando un felpudo en la entrada puedes evitar que la suciedad de la calle se reparta por tu casa, algo especialmente importante cuando se trata de evitar las clásicas piedrecillas que pueden dañar la madera en un visto y no visto. Por otra parte, utiliza conteras, fieltros y patines para las patas de las sillas y las mesas, ya que amortiguarán tanto el ruido como los golpes y evitarán que se produzcan arañazos indeseados.
¿Macizo, multicapa o laminado?
Dependiendo del tipo de parqué que hayas instalado, tendrás que poner en práctica unos consejos de mantenimiento y otros.
Macizo: El parqué de madera maciza es el más auténtico y el más bonito. Eso sí, requiere más cuidados que ningún otro, ya que con el paso de los años envejece y puede perder color. Para evitarlo, nada mejor que barnizarlo y acuchillarlo cada 8 años.
Multicapa: El multicapa no puede presumir de tanta pureza. De hecho, solo la parte más superficial está fabricada con madera. ¿Qué significa eso? Pues que no se puede pulir con la misma intensidad que un suelo de parqué macizo. Hay que limpiarlo una vez por semana con una mopa mojada y hay que hacer todo lo posible para evitar que las juntas se llenen de llenen de suciedad, ya que a la larga podemos tener serios problemas.
Laminado: Es el menos natural de todos, ya que no está fabricado con madera, sino que se emplean fibras de madera de alta densidad para ensamblarlo. La parte positiva es que se trata de un suelo muy resistente, lo que le permite aparecer en zonas de la casa que están prácticamente prohibidas para los suelos de madera, como son el baño y la cocina.