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Aunque la primavera es una estación muy caprichosa, en la que no faltan los días grises y lluviosos, lo cierto es que predominan las jornadas soleadas y alegres, así que no debes dudar en quitar de en medio los tejidos pesados, las alfombras cálidas y todo lo que tiene que ver con el invierno, y sacar a relucir el lado más fresco y colorido de la decoración. Y aunque acondicionar y decorar el jardín, la terraza o el balcón es muy importante, no puedes olvidarte de los interiores, aunque no es mala idea inspirarse en el espacio exterior y, sobre todo, en la naturaleza, donde durante esta época del año no faltan colores vivos y alegres.

Duela Laminada

Como bien sabes, a la hora de decorar cualquier estancia del hogar durante cualquier época del año debemos prestar especial atención a la elección de los colores, ya que estos no solo tienen mucha influencia en la percepción del espacio, sino también en nuestro estado de ánimo. Así, si durante el invierno han predominado en tu vivienda los tonos neutros y cálidos, ahora ha llegado el momento de que dejes paso a los colores vivos, que llenarán los espacios de positividad. Hoy te damos algunas ideas y consejos para utilizarlos. ¿Te gustaría acompañarnos?

En contraposición con los neutros más naturales

Lo primero que queremos comentar es que una de las mejores formas de utilizar los colores vivos en decoración, sobre todo durante esta época del año, es contraponerlos con los tonos neutros más naturales. De esta manera, encontrarás un equilibrio cromático. Además, las tonalidades neutras permiten dar un toque de confortabilidad y calidez a los espacios. Mención aparte merece el blanco, que te ayudará a llenar el ambiente de luz. Además, ya sabes que el blanco combina a la perfección con todo tipo de colores, incluyendo los tonos vivos y alegres que están tan presentes durante la primavera. Nos referimos al amarillo del sol, al zul del mar, al verde de las plantas, al rojo de las amapolas, al rosa de las petunias…

Paredes en tonos vivos

¿Las paredes de tu hogar necesitan una mano de pintura? ¿Qué te parece si, en lugar de escoger los típicos colores neutros de siempre, apuestas por tonos vivos? Sí, sabemos que es una opción arriesgada, pero ahora es el mejor momento de probar este tipo de colores en las paredes, ya que te permitirán crear ambientes de lo más alegres y positivos. Eso sí, si no te atreves a pintar todas las paredes de una estancia, también puedes destacar una única pared, y escoger tonos neutros para el resto. Por ejemplo, en el dormitorio lo ideal sería que escogieras un tono vivo para la pared del cabecero. Es importante que tengas en cuenta que estas gamas de pinturas se deben aplicar sobre una base blanca neutra para que el tono no quede apagado. Por eso, es recomendable dar primero una capa de blanco.

Anímate a introducir muebles en colores vivos

Otra forma de introducir los tonos vivos en el hogar es a través de las piezas de mobiliario. Aunque no lo creas, los muebles de colores vivos y brillantes pueden quedar perfectamente en el diseño de interiores, ya que aportan energía y dan vida al hogar. Y aunque durante los últimos años pocos eran los que los utilizaban fuera de la habitación de los más pequeños de casa, lo cierto es que cada vez es más común encontrarlos en dormitorios de matrimonio y en estancias comunes como salones, comedores, cocinas y cuartos de baño. Si te decantas por esta opción, te recomendamos que el color de las paredes sea neutro para generar un bonito contraste. Por otro lado, queremos comentar que siempre es preferible escoger de tonos vivos los muebles auxiliares, ya que si te cansas de estos colores, no te dolerá tanto deshacerte de ellos. En cambio, si escoges una pieza principal en un tono demasiado llamativo y te cansas, tendrás que realizar una gran inversión para cambiarlo. Por ejemplo, no es mala idea introducir sillones, puffs, sillas o mesitas en este tipo de colores.

Accesorios y textiles en colores vivos

Sin duda, la forma más común de introducir tonos vivos en la decoración del hogar es a través de los accesorios y los textiles. Por ejemplo, es una estupenda idea que llenes tu salón o tu dormitorio de cojines en colores alegres como el amarillo, el naranja o el rosa, o de prints florales o geométricos. Por supuesto, también podrás apostar por este tipo de tonalidades para la ropa de cama y las cortinas. Lo bueno es que al cambiar de estación, te resultará muy sencillo sustituirlos. Los cuadros, las fotografías, los jarrones, las vajillas, los manteles, las cristalerías, las cajas, las lámparas y las frutas, entre otros detalles decorativos, también te pueden ayudar a darle un toque primaveral a cualquier estancia.

A través de las plantas y las flores

Sin duda, una de las mejores formas de introducir los colores vivos en la decoración es a través de las plantas y las flores. En este sentido, es importante que tengas en cuenta que existen algunas plantas de interior que destacan por sus intensos colores vivos. Así, ellas mismas serán capaces de animar cualquier rincón oscuro, apagado o demasiado neutro. Nos referimos a especies como la begonia de flor, la buganvilla, la calceolaria, la clivia, la gerbera, la gardenia y la violeta. Por supuesto, el mismo verde de todas las plantas ya te ayudará a darle un toque de alegría a cualquier ambiente. Y es que no debes olvidar que las plantas pueden estar presentes en todo tipo de estancias, incluyendo el dormitorio.